martes, 7 de enero de 2014

visiones...


Tal como se la veía en los espejos, mi imagen siempre andaba en brazos de mi alma. Yo no podía ser sino como soy, curvo y débil, aun en los pensamientos.

Todo en mí es como de un príncipe de cromo pegado en el álbum viejo de un niño muerto hace mucho.

Amarme es apiadarse de mí. Un día, allá por el fin del futuro, alguien escribirá sobre mí un poema, y tal vez sólo entonces empiece yo a reinar en mi Reino.

Dios es que existamos y que eso no sea todo.









Fernando Pessoa como Bernardo Soares, “Libro del desasosiego”, Emecé, 2010