jueves, 28 de agosto de 2014

Tinta. Mi único consuelo.



dedicatoria de Alejandra Pizarnik para Aurora y Julio Cortázar, en su libro "Árbol de Diana",
http://cvc.cervantes.es/literatura/libros_cortazar/libros_firmados04.htm



1957 - Noviembre, domingo 24

Desalentada por mi poesía. Abortos, nada más. Ahora sé que cada poema debe ser causado por un absoluto escándalo en la sangre. No se puede escribir con la imaginación sola o con el intelecto solo; es menester que el sexo y la infancia y el corazón y los grandes miedos y las ideas y la sed y de nuevo el miedo trabajen al unísono mientras yo me inclino hacia la hoja, mientras yo me despeño en el papel e intento nombrar y nombrarme. Aparte de ello no olvido lo correspondiente al lenguaje, expresión, etc., materias en las que soy una completa intrusa.


1959 - 24 de junio

Yo debiera pintar. La literatura es tiempo. La pintura es espacio. Y yo odio el tiempo y querría abolirlo. Pero ni la pintura. Hablo de poder expresarme en un arte que fuera como un aullido en lo oscuro, terriblemente breve e intenso como la muerte.


1959 - Lunes, 28 de diciembre

El peligro de mi poesía es una tendencia a la disecación de las palabras: las fijo en el poema como con tornillos. Cada palabra se hace de piedra. Y ello se debe, en parte, a mi temor de caer en un llanto trágico. Y también el temor que me provocan las palabras. Además, mi desconfianza en mi capacidad de levantar una arquitectura poética. De allí la brevedad de mis poemas.


1969 - Domingo, 10 de agosto (madrugada)

Acaricié el sueño de vivir sin tomar notas, sin escribir un diario. El fin consistía en transmutar mis conflictos en obras, no en anotarlos directamente. Pero me asfixio y a la vez me marea el espacio infinito del vivir sin el límite de un "diario".

Busco una solución pues debiera buscar un puñal.




Alejandra Pizarnik, fragmentos de "Diarios", edición a cargo de Ana Becciu, Lumen, 2010


jueves, 21 de agosto de 2014

Cerati... una de sus últimas grabaciones






Cactus suaviza mis yemas con su piel
tiene cien años, sólo florece una vez

en tu nombre, en tu nombre

Y tiene un veneno más amargo que la hiel
con sólo invocarte voy a convertirme en miel

en tu nombre, en tu nombre

Cuando te busco
no hay sitio en donde no estés

Y los médanos, serán témpanos
en el vértigo de la eternidad
y los pájaros serán árboles
en lo idéntico de la soledad

en tu nombre, en tu nombre






Gustavo Cerati, "Cactus" en "Fuerza natural", 2009