lunes, 29 de diciembre de 2014

por la tolerancia

"...toda la vida termina en la noche, pero iluminarla es vuestra misión..."

palabras de Elie Wiesel (sobreviviente del Holocausto y Premio Nobel de la Paz 1986)
en la inauguración del Monumento a la Tolerancia, en Sevilla,
creado por el escultor Eduardo Chillida,
a favor de la convivencia entre
cristianos, judíos y musulmanes


(foto de MP, 2011)




sábado, 27 de diciembre de 2014

cuando la publicidad es un placer...





Este spot de Air France 2011 se llamó "El vuelo",
sus bailarines son Benjamin Millepied y Virginie Caussin,
el lugar: en el desierto marroquí, Ouarzazate, un espejo de 400 metros cuadrados
que reflejaba al cielo y a los bailarines
la música: adagio del concierto para piano número 23 de Mozart,
por la orquesta sinfónica "Les Siecles"











lunes, 22 de diciembre de 2014

balada para mi muerte

Hoy vuelvo a subir este "poema" cantado por la increíble Mina, y escrito por Horacio Ferrer, en su recuerdo:



Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.


Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,

mi penúltimo whisky quedará sin beber,

llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.



Hoy que Dios me deja de soñar,

a mi olvido iré por Santa Fe,

sé que en nuestra esquina vos ya estás
toda de tristeza, hasta los pies.
Abrázame fuerte que por dentro
me oigo muertes, viejas muertes,
agrediendo lo que amé.
Alma mía, vamos yendo,
llega el día, no llorés.



Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,

que es la hora en que mueren los que saben morir.

Flotará en mi silencio la mufa perfumada
de aquel verso que nunca yo te supe decir.



Andaré tantas cuadras y allá en la plaza Francia,

como sombras fugadas de un cansado ballet,

repitiendo tu nombre por una calle blanca,
se me irán los recuerdos en puntitas de pie.



Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,

guardaré mansamente las cosas de vivir,

mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.



Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,

mi penúltimo whisky quedará sin beber,

llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis,
cuando sean las seis, ¡cuando sean las seis!







Mina & Astor Piazzolla, "Balada para mi muerte", letra de Horacio Ferrer



miércoles, 17 de diciembre de 2014

heme aquí raíz...


fotografía de Mónica Pía (orillas del río Colorado, Neuquén, 2013)



Heme aquí raíz,
savia de impulsos ascendentes,
madre aún,
posible siempre,
anticipada gestación
de un porvenir intruso,
intrusa de un presente
que desestima
el valor de nacer
a sí mismo de nuevo.
Heme aquí clavando
mis ojos
de savia encarcelada
en los troncos vacíos de los árboles
muertos,
heme aquí creyendo,
queriendo creer
en la impostura de las ruinas,
en el candor del desastre,
el valor de lo opaco,
la calidez del humo en los rescoldos.
Heme aquí,
heme aquí,
he aquí que me atrevo
a creer en las ruinas.

¡Me atrevo a creer en las ruinas!






Chantal Maillard, "Heme aquí raíz" en "Conjuros", 2001






jueves, 11 de diciembre de 2014

cuando la prosa es un poema...

407.

Dios me creó para niño, y me mantuvo niño siempre. ¿Pero por qué permitió que la Vida me golpease y me quitase los juguetes, y me dejase solo en el recreo, arrugando con manos tan débiles el delantal azul sucio a fuerza de tantas lágrimas derramadas? ¿Si yo no podía vivir sino mimado, por qué me privaron del cariño? Ah, cada vez que veo en las calles un niño que llora, un niño exiliado de los otros, me duele, más que la tristeza del niño, el horror desprevenido de mi corazón exhausto. Me sufro con todo el peso de la vida sentida, y son mías las manos que retuercen la punta del delantal, mías las bocas torcidas por el llanto verdadero, mía la debilidad, mía la soledad, y las risas de la vida adulta que pasa me usan como luces de fósforos frotados en el estuche sensible de mi corazón.






Fernando Pessoa como Bernardo Soares, "407" en "Libro del desasosiego", Emecé, 2010



miércoles, 3 de diciembre de 2014

escribir cartas...



139

Aprendí a escribir para escribirte cartas
Aprendí a leer para leer tus cartas
Aprendí a contar para contar tus cartas
Aprendí a caminar para no hacer ningún paso hacia ti.


189

Voy a escribirte cartas
donde no habrá ni una palabra
de coquetería, de juego, de bravata,
de halago, de mentira, de afectación,
de piedad, de insolencia, de maldad,
de especulación, de alienación…
Voy a escribirte cartas
donde no habrá ni una palabra.





Vera Pavlova, 139 y 189 en “Letras a la habitación de al lado. Mil y un poemas de amor"