viernes, 30 de mayo de 2014
autorretrato cubista
Mi soledad es una puerta abierta
El ojo marcado de un corazón vacío
Mi espera es un vidrio roto
Que atraviesa la ciudad para que alguien
Lo persiga
Mi cuerpo es un recuerdo en la garganta del otro
Mi palabra el perro de la calle
Mi amor el vicio de un viejo
Mi vida la mano que se da por nada.
María Montero Zeledón, Poesías inéditas
http://letradecambiogeneracionveintiuno.blogspot.com.ar/2013/04/maria-montero-zeledon.html
jueves, 22 de mayo de 2014
Instrucciones para dar cuerda al reloj
Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus pequeños rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
Julio Cortázar, de "Manual de instrucciones" en "historias de Cronopios y de Famas", Alfaguara, 2000
martes, 13 de mayo de 2014
de miradas...
11
ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada
18
como un poema enterado
del silencio de las cosas
hablas para no verme
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos
Alejandra Pizarnik, "Árbol de Diana (1962)", en “Poesía completa” a cargo de Ana Becciú, Ed. Lumen, 2003
lunes, 5 de mayo de 2014
espantado por mí
morir cada día un poco más
recortarse las uñas
el pelo
los deseos
aprender a pensar en lo pequeño
y en lo inmenso
en las estrellas más lejanas
e inmóviles
en el cielo
manchado como un animal que huye
en el cielo
espantado por mi
Blanca Varela, "Morir cada día un poco más"
jueves, 1 de mayo de 2014
ida y vuelta
Cuando nos dirigimos al amor
todos vamos ardiendo.
Llevamos amapolas en los labios
y una chispa de fuego en la mirada.
Sentimos que la sangre
nos golpea las sienes, las ingles, las muñecas.
Damos y recibimos rosas rojas
y rojo es el espejo de la alcoba en penumbra.
Cuando volvemos del amor, marchitos,
rechazados, culpables
o simplemente absurdos,
regresamos muy pálidos, muy fríos.
Con los ojos en blanco, más canas y la cifra
de leucocitos por las nubes,
somos un esqueleto y su derrota.
Pero seguimos yendo.
Amalia Bautista, "Ida y vuelta"
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