31 de diciembre (1959)
Iré a París. Me
salvaré. Tristeza reciente. No he tenido a quién comunicar mi alegría del
viaje. Ahora la angustia. Ahora la abandonada.
Me gustaría estar con
Olga y con Elenita. Me gustaría que vinieran algunas personas y beber vino y
alegrarme.
No soy adolescente,
soy una niña. A mi edad soy una niña. Una niña que tiene miedo de jugar. Una
niña sin la inocencia de los niños. O quizá soy una vieja reblandecida. (Esto
me gusta más.)
1 de enero, viernes (1960)
Que
este año me sea dado vivir en mí y no fantasear ni ser otras, que me sea dado
ponerme buena y no buscar lo imposible sino la magia y extrañeza de este mundo
que habito. Que me sean dados los deseos de vivir y conocer el mundo. Que me
sea dado el interesarme por este mundo.
Alejandra Pizarnik, fragmentos de “Diarios”,
Lumen, 2010