sábado, 18 de enero de 2014

no descansás en mí...



Cuando sin decirme adiós te fuiste,
padre que huyó de la maldad,
levanté la tapa de tu muerte.
Los cuidados antiguos
de tu rostro escribían visiones
de la pobreza que leo aún, hoy que
animales tristes rondan.
El tiempo ido volvió a serme, página
de lo mismo, otro ya. No te
encontré en las palabras. Miraba
tus lentes descuidados, tus
manos de carpintero, tu lento
camino hacia la mesa, tu estar
como no estar, revolvías tu sopa
con la gracia penosa de otras hambres.
No descansás en mí.
Descansá en paz.





Juan Gelman, "Sin decirme", en "de atrásalante en su porfía", Seix Barral, México, 2007