Quédate quieto
Deja
para mañana
lo que
podrías haber hecho hoy
(y
comenzaste ayer sin saber cómo).
Y que
mañana sea mañana siempre;
que la
pereza deje inacabado
lo
destinado a ser perecedero;
que no
intervenga el tiempo,
que no
tenga materia en que ensañarse.
Evita
que mañana te deshaga
todo
lo que tú mismo
pudiste
no haber hecho ayer
Porvenir
Te
llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
!Mañana! Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.
ÁNGEL
GONZÁLEZ, "Palabra sobre palabra", Seix Barral