martes, 19 de julio de 2011

a dieta

Me acosté sin cenar, y aquella noche

soñé que te comía el corazón.

Supongo que sería por el hambre.

Mientras yo devoraba aquella fruta,

que era dulce y amarga al mismo tiempo,

tú me besabas con los labios fríos,

más fríos y más pálidos que nunca.

Supongo que sería por la muerte.


Amalia Bautista, "A dieta"