que abarca los últimos diez años de su vida (1944-1954)
con la introducción de Carlos Fuentes:
con la introducción de Carlos Fuentes:
"Mientras la muerte se le fue acercando de puntillas, ella se vistió ceremonialmente para permanecer en la cama y pintar. No estoy enferma, escribiría, estoy quebrada. Pero estoy feliz de estar viva mientras pueda pintar."
"Frida y Diego: ella admitía que sufrió dos accidentes en su vida, el del tranvía y el de Diego Rivera."
"En la medida en que su esperanza era su arte y su arte era su cielo, el Diario de Frida es su más grande esfuerzo por salvar el abismo de su cuerpo adolorido con la gloria, el humor, la fertilidad y la conexión con el mundo externo. Pintó su ser interior, su soledad, como pocos artistas lo han hecho."
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